Un británico que hackeó cuentas de alto perfil de Twitter —ahora conocidas como X— como parte de una estafa con Bitcoin ha recibido la orden de entregar 4,1 millones de libras esterlinas en criptomonedas robadas.
Joseph O’Connor, de Liverpool, secuestró más de 130 cuentas en julio de 2020, incluidas las de Barack Obama, Joe Biden y Elon Musk.
El joven de 26 años huyó a España, donde vive su madre, antes de ser arrestado y extraditado a Estados Unidos para ser juzgado.
Fue condenado a cinco años por delitos cibernéticos y fue liberado en 2025, pero ahora debe entregar un botín de criptomonedas que reunió a través de varios ataques informáticos y estafas.
O’Connor, conocido bajo el alias PlugwalkJoe, llevó a cabo la llamada «estafa del sorteo» con otros jóvenes y adolescentes, accediendo ilegalmente a los sistemas internos de Twitter y tomando el control de cuentas de alto perfil.
Otros tres hackers han sido acusados por la estafa, y el adolescente estadounidense Graham Clark se declaró culpable de su participación en el engaño en 2021.
Los hackers obtuvieron acceso a las cuentas convenciendo primero a un pequeño número de empleados de Twitter para que les entregaran sus datos de inicio de sesión internos, lo que finalmente les dio acceso a las herramientas administrativas del sitio de redes sociales.
Utilizaron tácticas de ingeniería social para acceder al potente panel de control interno del sitio.
Una vez dentro de las cuentas de Twitter de personas famosas, se hicieron pasar por las celebridades y tuitearon pidiendo a sus seguidores que enviaran Bitcoin a varias billeteras digitales prometiendo duplicar su dinero.
Como consecuencia del fraude, se estima que 350 millones de usuarios de Twitter vieron tweets sospechosos de las cuentas oficiales de algunos de los usuarios más importantes de la plataforma, incluidos Apple, Uber, Kanye West y Bill Gates.
Miles de personas fueron engañadas haciéndoles creer que un sorteo de criptomonedas era real.
Entre el 15 y el 16 de julio de 2020, se realizaron 426 transferencias de diversas cantidades a los estafadores por parte de personas que esperaban duplicar su dinero.
Se robaron más de 12,86 BTC, que en aquel momento tenían un valor aproximado de 110 000 dólares (83 500 libras esterlinas). Actualmente su valor asciende a 1,2 millones de dólares.
El Servicio de Fiscalía de la Corona (CPS) del Reino Unido afirmó que los investigadores creen que se obtuvieron más criptomonedas vinculadas a O’Connor a través de ataques informáticos delictivos que llevó a cabo con otros adolescentes y jóvenes que conoció mientras jugaba Call of Duty en línea.
La CPS le ha recuperado un total de 42 bitcoins y otras monedas digitales.
Adrian Foster, fiscal jefe de la División de Productos del Delito del CPS, dijo que O’Connor «tenía como objetivo a personas conocidas y utilizaba sus cuentas para estafar a la gente y robarles sus criptoactivos y dinero».
«Incluso cuando alguien no es condenado en el Reino Unido, podemos asegurarnos de que no se beneficie de su criminalidad», afirmó.