El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado a los líderes europeos calificándolos de «débiles» y ha sugerido que Estados Unidos podría reducir el apoyo a Ucrania.
En una amplia entrevista con Politico , dijo que los países europeos «en decadencia» no habían logrado controlar la migración ni tomar medidas decisivas para poner fin a la guerra de Ucrania con Rusia, acusándolos de dejar que Kiev luche «hasta caer».
Sostuvo que Rusia tenía la «ventaja» e instó al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, a «jugar el juego» cediendo territorio a Moscú.
En el Reino Unido, Downing Street rechazó la afirmación de Trump de que Europa no había actuado, citando el liderazgo del Reino Unido en materia de sanciones y reiterando el apoyo al proceso de paz liderado por Estados Unidos.
Trump afirmó que las divisiones ideológicas ahora amenazan con fracturar las alianzas de Washington.
Cuando se le preguntó si los líderes que consideraba débiles podían seguir siendo aliados, respondió: «Depende», y añadió: «Creo que son débiles, pero también creo que quieren ser políticamente correctos. Creo que no saben qué hacer».
Su última crítica pública a Europa llega en un momento en el que busca aumentar la presión sobre Zelensky y los aliados de Kiev para que pongan fin a la guerra en Ucrania.
Los comentarios del presidente también se produjeron después de que su administración publicara su nueva Estrategia de Seguridad Nacional de 33 páginas, que advertía sobre el potencial «borramiento de la civilización» de Europa y cuestionaba si algunas naciones podrían seguir siendo aliados confiables.
Rusia acogió con satisfacción esa estrategia -que no presentaba a Rusia como una amenaza para Estados Unidos- y la consideró «en gran medida coherente» con la visión de Moscú.
El documento también siguió una retórica similar al discurso de Trump ante la ONU a principios de este año, donde criticó duramente a Europa occidental y su enfoque hacia la migración y la energía limpia.