La Reserva Federal de Estados Unidos ha bajado los tipos de interés por tercera vez este año, aunque las divisiones internas crean incertidumbre sobre recortes adicionales en los próximos meses.
El banco central dijo el miércoles que estaba reduciendo el objetivo para su tasa de préstamo clave en 0,25 puntos porcentuales, colocándola en un rango de 3,50% a 3,75%, su nivel más bajo en tres años.
Pero los responsables de las políticas no están de acuerdo sobre cómo la Fed debería equilibrar las prioridades en pugna: un mercado laboral debilitado por un lado, y el aumento de los precios por el otro.
Las proyecciones económicas de la Fed publicadas el miércoles sugieren que habrá un recorte de tasas el próximo año, aunque nuevos datos podrían cambiar esto.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, afirmó que los banqueros centrales necesitaban tiempo para ver cómo los tres recortes de la Fed de este año se reflejaban en la economía estadounidense. Añadió que las autoridades analizarán detenidamente los datos que se publiquen antes de la próxima reunión de la Fed en enero.
«Estamos bien posicionados para esperar y ver cómo evoluciona la economía», dijo Powell a los periodistas.
Aquellos que esperan que las tasas de interés sigan bajando, incluido el presidente Donald Trump, tal vez tengan que esperar.
La Fed se enfrenta a una «situación muy difícil» ante los riesgos de un aumento de la inflación y del desempleo, afirmó Powell, y añadió: «No se pueden hacer dos cosas a la vez».
La decisión de bajar las tasas el miércoles no fue unánime, lo que sugiere una creciente división entre los banqueros centrales sobre las perspectivas para la economía estadounidense.
Tres funcionarios de la Reserva Federal rompieron filas y disintieron oficialmente.
Stephen Miran, quien se encuentra de licencia en su puesto al frente del Consejo de Asesores Económicos de Trump, votó a favor de un recorte mayor, de 0,5 puntos porcentuales.
Austan Goolsbee, presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago, y Jeffrey Schmid, presidente del Banco de la Reserva Federal de Kansas City, votaron a favor de mantener estables las tasas.
Trump, que ha instado repetidamente a Powell a bajar las tasas, dijo después de la reunión del miércoles que el recorte de la Fed podría haber sido «al menos el doble».
«Nuestras tasas deberían ser mucho más bajas», dijo en una mesa redonda en la Casa Blanca. «Deberíamos tener las tasas más bajas del mundo».
Un bloqueo de datos durante el cierre gubernamental más largo de la historia de Estados Unidos, que finalizó en noviembre, ha dejado a los responsables políticos parcialmente a oscuras sobre el estado de la economía. Sin embargo, la preocupación por la desaceleración del mercado laboral sigue superando los temores inflacionarios, al menos por ahora.
La tasa de desempleo aumentó del 4,3% al 4,4% en septiembre, según cifras del Departamento de Trabajo en un informe con retraso publicado el mes pasado . La reducción de los tipos de interés busca estimular el mercado laboral mediante la reducción de los costes de financiación para las empresas.
La inflación todavía está por encima del objetivo del 2% de la Fed. En septiembre, alcanzó el 3% por primera vez desde enero.
Pero aunque los aranceles parecen estar impulsando algunos precios al consumidor, las recientes lecturas de inflación más moderadas de lo esperado han permitido a la Fed centrarse en impulsar el mercado laboral bajando las tasas, dijeron los analistas.
Colleen McHugh, consultora de la plataforma de inversión Wealthify, dijo que una inflación más alta que el objetivo hizo más difícil para la Fed recortar las tasas, pero el mercado laboral pareció haberlos empujado en esa dirección.
Se espera que haya uno o dos recortes más de tasas el próximo año.
«Creo que el dilema en Estados Unidos en este momento es que hay mucha presión política sobre el presidente de la Reserva Federal y el comité allí para que reduzcan las tasas», dijo al programa Today de la BBC.
Disensos y desacuerdos
Los responsables de las políticas siguen divididos sobre el camino a seguir para las tasas de interés.
Cuando se le preguntó sobre el desacuerdo entre los responsables de las políticas, Powell reconoció que era «inusual» tener una «tensión persistente» entre los dos mandatos de la Fed de mantener los precios estables y el desempleo bajo.
«Y cuando lo hagas, esto es lo que verás», dijo, refiriéndose a las crecientes divisiones.
Pero Powell calificó el debate interno entre los funcionarios de la Fed como reflexivo y respetuoso.
«Nos reunimos y llegamos a un punto donde podemos tomar una decisión», dijo.
Los banqueros centrales estarán preparados para tener un poco más de claridad la próxima semana, con la publicación prevista de los datos oficiales sobre el mercado laboral y la inflación para noviembre.
Los nuevos datos podrían cambiar la perspectiva de los responsables de las políticas, lo que podría reforzar los pedidos de una mayor flexibilización el próximo año si hay nuevas señales de que el mercado laboral se está estancando.
¿Quién sucederá a Powell?
La búsqueda por parte de Trump de un sustituto para Powell como presidente de la Fed, una vez que su mandato termine en mayo próximo, aumenta la incertidumbre sobre el camino a seguir para la política de la Fed.
Trump podría anunciar su elección en las próximas semanas.
Kevin Hassett, un economista conservador de larga trayectoria y asesor económico clave de Trump, es visto como el favorito para suceder a Powell.
Hassett, leal a Trump, se desempeñó como presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump y ahora dirige el Consejo Económico Nacional.
Ha sido un firme defensor de las políticas económicas de Trump, minimizando los datos que muestran signos de debilidad en la economía estadounidense, redoblando las acusaciones de parcialidad en la Oficina de Estadísticas Laborales y respaldando el manejo de la Reserva Federal por parte de Trump.
La lealtad de Hassett al presidente ha generado preguntas de los analistas sobre si actuaría de forma independiente.
Otros nombres que se han barajado para presidir la Fed incluyen al economista Kevin Warsh, al actual gobernador de la Fed, Christopher Waller, e incluso al secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Trump «aún está tomando una decisión y está buscando a alguien que comparta su forma de pensar», dijo a la BBC Thomas Hoenig, un destacado miembro del Mercatus Center.
Los candidatos, añadió, «tienen que proyectar que serán independientes, o de lo contrario los mercados se pondrán bastante nerviosos, y eso creará más volatilidad».
Cuando se le preguntó el miércoles si la búsqueda de Trump de un nuevo presidente de la Reserva Federal está obstaculizando su trabajo o cambiando su forma de pensar, Powell respondió con un rotundo «no».