Los LSU Tigers están actualmente inmersos en una disputa contractual con el ahora ex entrenador en jefe Brian Kelly.
Kelly fue despedido después de la derrota aplastante del programa ante los Texas A&M Aggies el 25 de octubre. Al entrenador de 64 años, que firmó un contrato de 10 años por 100 millones de dólares antes de la temporada 2022, se le debían más de 54 millones de dólares por la rescisión de su contrato tras su despido.
Kelly está reclamando esa cantidad total, rechazando múltiples ofertas de acuerdo de la escuela.
El hijo de Kelly, el linebacker de LSU, Kenzel Kelly, saltó al campo para el Día de los Seniors en el Estadio Tiger el sábado por la noche. Llevaba una camiseta con las iniciales «BK» debajo de su camiseta de LSU.
“¡Vamos Tigres! ¡Viva BK!”, dijo a la cámara. “Liberen a mi hijo. Liberen a mi hijo, BK”.
Según Kenzel, LSU no permitió que su padre asistiera al Senior Day del sábado porque ambas partes siguen enfrascadas en una disputa contractual en curso.
“BK quería estar ahí para mí… Desafortunadamente, el nuevo liderazgo de LSU no lo vio de la misma manera… #freeBK”, escribió Kenzel más tarde en las redes sociales.
Con el fin de la era de Brian Kelly en Baton Rouge, el programa de LSU ha puesto toda su atención en el entrenador principal de Ole Miss, Lane Kiffin: el nombre más destacado en la lista de entrenadores de fútbol americano universitario de este año. Según informes, la universidad está preparando una oferta por Kiffin que supera los 90 millones de dólares.
Kiffin, quien está sopesando ofertas lucrativas de Ole Miss, LSU y Florida, tomará su decisión final en una conferencia de prensa después del partido del Egg Bowl de los Rebels del 28 de noviembre contra Mississippi State.
LSU ha ganado sus dos últimos partidos bajo la dirección interina de Frank Wilson, incluyendo la victoria del sábado por la noche por 13-10 sobre Western Kentucky. Los Tigers buscarán extender su racha de victorias en un difícil enfrentamiento contra los Oklahoma Sooners, número 8, el próximo fin de semana.