Los ataques israelíes en Gaza han causado la muerte de al menos 32 palestinos en la última escalada de violencia desde que entró en vigor el alto el fuego entre Israel y Hamás.
El Ministerio de Salud palestino informó que entre los muertos en los ataques, que continuaron desde el miércoles hasta la mañana del jueves, se encuentran 12 niños y ocho mujeres, mientras que otras 88 personas resultaron heridas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron haber llevado a cabo los ataques contra objetivos de Hamás después de que varios terroristas dispararan contra soldados israelíes que operaban en Jan Yunis, al sur de Gaza. «Esta acción constituye una violación del acuerdo de alto el fuego», declararon las FDI, añadiendo que ninguno de sus efectivos resultó herido.
Hamas condenó los ataques como “una peligrosa escalada” y rechazó la versión de las FDI, acusando a Israel de intentar “justificar sus continuos crímenes y violaciones”. Exigió a Estados Unidos que ejerza una “presión inmediata y contundente” sobre Israel para que “respete el alto el fuego y detenga la agresión contra nuestro pueblo”.
Los últimos ataques elevan a 312 el número total de palestinos muertos desde que entró en vigor el alto el fuego.
Se producen pocos días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU respaldara el plan del presidente estadounidense Donald Trump sobre cómo superar la frágil tregua para lograr una paz más sostenible y la reconstrucción del enclave devastado.
Mientras tanto, en un hecho separado, Israel también llevó a cabo ataques aéreos contra lo que afirmó eran depósitos de armas de Hezbolá en el sur del Líbano.
Los ataques en Gaza fueron la tercera escalada importante desde que entró en vigor el acuerdo de alto el fuego en octubre, cada una precedida por un ataque contra soldados israelíes.
En las dos escaladas anteriores, el 19 y el 28 de octubre , murieron aproximadamente 150 palestinos y tres soldados israelíes.
Sin embargo, a pesar de esas escaladas, el alto el fuego se ha mantenido en gran medida.
Imágenes de CNN grabadas el miércoles en el complejo del Hospital Bautista Al-Ahli de la ciudad de Gaza muestran a decenas de personas agolpadas alrededor de las ambulancias que llegaban con víctimas de los ataques.
Las imágenes muestran a varias personas sentadas junto a los cadáveres dentro del hospital; algunas miran con desesperación dentro de las bolsas para cadáveres. Una de las bolsas contiene los cuerpos sin vida de tres niños, aún cubiertos de polvo.
El ataque más mortífero del miércoles se produjo en la zona de Zaytun, en el este de Gaza, donde murieron 10 personas, entre ellas una mujer y un niño, según informó la Defensa Civil de Gaza.
Otro ataque impactó en una zona al oeste de Khan Younis, dirigido contra “un grupo de civiles dentro del club de la UNRWA”, añadió la Defensa Civil.
UNRWA es el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente.
Israel lanzó su guerra en Gaza después de que militantes liderados por Hamás mataran a unas 1.200 personas y tomaran a más de 250 como rehenes durante un ataque contra Israel el 7 de octubre de 2023. Desde entonces, según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 69.000 palestinos, la mayoría mujeres y niños, han muerto.
Como parte de la primera fase del acuerdo de alto el fuego negociado por Estados Unidos, Hamás acordó liberar a todos los rehenes que quedaban en Gaza, vivos y muertos, mientras que Israel accedió a retirarse de algunas zonas de Gaza y liberar a algunos prisioneros palestinos. Desde entonces, Hamás ha liberado a todos los rehenes vivos y ha entregado los cuerpos de todos los fallecidos, salvo tres.
Los ataques en Gaza se producen un día después de que un ataque israelí contra un campo de refugiados palestinos en Líbano causara la muerte de 13 personas, según el Ministerio de Salud libanés. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que el ataque del martes tuvo como objetivo un centro de entrenamiento de Hamás que se utilizaba para planificar y llevar a cabo ataques terroristas contra las FDI y el Estado de Israel.
El miércoles, Israel llevó a cabo nuevos ataques en el sur del Líbano, dirigidos contra lo que afirmó eran “varias instalaciones de almacenamiento de armas pertenecientes a la unidad de cohetes de Hezbolá”. Los ataques no causaron víctimas, pero sí daños en varias viviendas, según la Agencia Nacional de Noticias estatal del Líbano.
Israel lleva más de dos años realizando ataques en Líbano contra militantes de Hezbolá y diversas facciones militantes palestinas. Estos ataques se intensificaron después de que Hezbolá, con apoyo de Irán, lanzara ataques contra Israel en apoyo de Hamás tras el atentado del 7 de octubre. Los últimos ataques se producen a pesar del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá, que entró en vigor en noviembre de 2024.